miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Elige tu propia optativa?

¿Elige tu propia optativa?

¿Que se está discutiendo en la Carrera de Ciencia Política?

En la Junta de carrera de Ciencia Política, órgano institucional que propone y discute los contenidos, concursos docentes y otras cuestiones de la carrera, se está debatiendo desde las vacaciones de invierno nada más y nada menos las materias y seminarios optativos que los estudiantes vamos a cursar en la Carrera durante el año próximo. Todos los años, la Junta elige las materias y seminarios optativos que los docentes presentan a la Dirección de la Carrera. Es decir, todo lo que se decida en ese espacio muy probablemente terminará definiendo aquellos contenidos que los estudiantes podrán optar. Por ello, lo que se discute, cómo se discute y las resoluciones que se vayan a tomar tienen un impacto crucial sobre nuestras opciones de cursada disponibles y sobre el perfil, las prioridades y los objetivos que configuran (o deberían configurar) a nuestra Carrera.

Quien nos gobierna en Ciencia Política (o aquello que debemos enfrentar)

La gestión de la Carrera de Ciencia Política lleva un largo historial de manejos turbios. Desde que Alternativa Académica consiguió la Dirección año tras año privilegia sus intereses corporativos por sobre la discusión, el debate, y la formación político-académica de los estudiantes. Sus métodos: el recorte de materias y seminarios que no reflejan su perfil ideológico-político, la restricción del debate y/o su total clausura, el rechazo a abrir nuevas áreas temáticas y corrientes en la oferta, el manejo punteril de una oferta únicamente destinada a cubrirse por sus docentes amigos, el avasallamiento de la propia institucionalidad claustral que dicen defender, etc. (para más info. pedí nuestros materiales anteriores en la mesa del Viejo Topo Poder Estudiantil).

Hace un año que se renovaron autoridades en toda la facultad, y hoy tenemos a Luis Tonelli como Director de la Carrera , perteneciente también al riñón de Alternativa Académica. Sin embargo, las cosas no han sido muy diferentes desde su llegada. En las vacaciones de invierno, la AA ha intentado adelantar la presentación de seminarios y materias optativos, lo cual hubiese provocado que muchos docentes e investigadores se queden sin la posibilidad de armar sus propuestas a presentar. Este ha sido su histórico modus operandi, querer difundir estas convocatorias sigilosamente entre sus docentes amigos. Sin embargo, pudimos frenar esta maniobra y, gracias a la intervención de nuestro consejero y el resto de las fuerzas opositoras en la Junta , ampliar el plazo de presentación de materias.

Pero aquello no han sido las únicas novedades de este año. Desde nuestro lugar como Consejeros de la Junta de Carrera intentamos impulsar Jornadas de Debate abiertas a toda la comunidad académica que tengan carácter vinculante a la hora de decidir que materias y seminarios optativos elegir. La idea era hacer partícipes de la decisión y de los debates a la mayor cantidad de estudiantes, docentes e investigadores posible a la hora de definir la oferta de materias. Hasta ahora no han habido sorpresas: la gestión de la Carrera , es decir, Alternativa Académica, se ha opuesto a nuestro proyecto. Nuevamente, Alternativa Académica le está quitando la oportunidad a los estudiantes de discutir y decidir sobre los contenidos que se dictan en su carrera.

Los debates que debemos superar

Fácil sería decir que el único problema que tenemos en nuestra carrera es que hay una institucionalidad antidemocrática y una fuerza política (Alternativa Académica) que encarna la ejecución del (des)orden de la carrera. Para no faltar a la verdad, existen diferencias al interior del amplio espectro de la oposición a Alternativa que son necesarias discutir.

Por parte de la Juntada-La Mella , hemos visto inicialmente la intención de querer restringir la discusión únicamente al ámbito antidemocrático de la Junta , y el querer establecer criterios elitistas y burocráticos para las optativas: cómo la necesidad de que los docentes tengan una suma de distintas "chapas" académicas, como posgrados, doctorados, ponencias, etc. Ello era sumamente problemático ya que, además de ser un criterio fuertemente restrictivo y que reproduce acríticamente la meritocracia jerárquica de la Academia , deja de lado a equipos de investigación y docentes e investigadores jóvenes capaces de dar nuevos contenidos críticos. La experiencia cotidiana de miles de estudiantes demuestra que para ser un buen docente no es necesario, ni alcanza tener un abultado currículum, y que este poco dice del contenido o el potencial crítico de una materia.

Afortunadamente, luego de nuestras críticas al proyecto que habían presentado (si querés profundizar más sobre esta discusión pedínos los materiales “¿Que está pasando en Ciencia Política?” y “Nueva maniobra de la Dirección de Carrera y una propuesta”), los compañeros de La Juntada presentaron de conjunto con nuestra agrupación, un nuevo proyecto que establecía la convocatoria a Jornadas Abiertas y democráticas. Esperamos que los compañeros de la Juntada sigan manteniendo la voluntad compartida de masificar la discusión y la decisión al resto de los estudiantes.

Por otro lado, creemos que otros compañeros de izquierda no se quedan atrás en los errores. El Partido Obrero, Izquierda Socialista, y el PTS se confunden al esbozar que el problema es solamente presupuestario, limitando la discusión al límite de módulos para la oferta (1 módulo = 1 cuatrimestre de dictado de una materia) que efectivamente existe, impuesto por el Consejo Superior y aceptado por las autoridades de nuestra facultad. El slogan que esgrimen "materia presentada, materia aprobada" no es factible de ser resuelto automáticamente en términos materiales (terreno donde ovbiamente se abre una lucha contra las gestiones universitarias para conseguir más y mejores espacios de cursada), y creemos que es profundamente regresivo ya que en la base del mismo está la idea de que no es deseable decidir sobre qué materias queremos para la carrera de Ciencia Política. Es evidente que este criterio de máxima tolerancia, consiste en aprobar todo aquello que se formule como materia, sin importar su contenido político, sin importar qué aporta a nuestra formación ni desde qué perspectiva lo hace, sin hacer ninguna consideración política y académica sobre quienes son los docentes a cargo de ellos.

En una carrera donde en la oferta optativa predominan corrientes acríticas y perpetuadoras del status quo, como el neoinstitucionalismo, perspectivas tecnocráticas de gestión del Estado, teorías que buscan la estabilidad institucional de un Estado pensado como neutral, y enfoques que reproducen de manera acrítica la visión de la "Seguridad Internacional", no dar este tipo de debates, que se expresa en las materias elegidas para conformar la oferta, es abandonar de antemano cualquier intento de discutir y transformar nuestra carrera radicalmente en base a una discusión democrática, para pasar a “solucionar” el problema de las optativas con la lógica de mercado: se propone aprobar una oferta ilimitada a ser regulada ex post por la demanda agregada de los estudiantes en tanto individuos aislados.

Estamos convencidos que la disputa política también se da por los contenidos que conforman nuestra carrera, y por la forma en que se decide sobre los mismos, por eso entendemos fundamental elaborar colectivamente las materias que creamos pertinentes para la carrera que queremos construir, más allá de cualquier techo reglamentario (como el de 75 módulos), y no hacer lo contrario: defender cualquier materia (eso sí en cantidad) para superar el límite reglamentario, sin importar mucho su contenido.

Nuestra propuesta: democratizar para transformar

Como parte de este debate, desde nuestro Consejero Estudiantil en la Junta por la minoría, planteamos criticas y debatimos tanto con la posición de la Dirección de la carrera como con las posiciones que esgrime La Juntada y los partidos de izquierda. Sin embargo, tenemos en claro que el principal escollo a superar es el cogobierno universitario y su actual operador en Ciencia Política: Alternativa Académica. Ningún tipo de transformación relevante en nuestras carreras será posible si no superamos de manera colectiva y democrática la institucionalidad burocrática, enclaustrada y antidemocrática a la que estamos sujetos. Por eso, esperamos poder re-impulsar junto a todas las agrupaciones y estudiantes opositores a la actual Dirección la Asamblea Interclaustros , para elaborar la oferta de optativas y seminarios del 2011, luchar por más presupuesto y mayor cantidad de módulos, y resolver prácticamente las diferencias políticas anteriormente esbozadas

Jornadas de Ciencia Política, para abrir el debate sobre nuestra carrera!

Espacio Interclaustros, para desenclaustrar las decisiones!

Consejeros de base, que sometan a Asamblea sus decisiones en la Junta !


POLICRITICA

en la hora de los chacales

lunes, 25 de octubre de 2010

De la discusión sobre la oferta de optativas 2011 para Sociología y sus muros.

Me contaron que en el reino del revés…

Esta última semana se corrieron ciertos rumores sobre a cómo se llevó a cabo la discusión en la comisión de enseñanza de la oferta de materias del 2011. Algunas declaraciones nos interpelan directamente ya que somos nosotros quienes participamos de todas las instancias de la carrera (como desde hace 15 años); y así compañeros que no participaron de estas instancias, hacen denuncias absurdas y profundamente distorsionadas sobre lo sucedido. Vamos por partes entonces, diría Jack el Destripador…

NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO

Lo primero que llama la atención es la súbita preocupación de los compañeros de Derribando Muros por la oferta de optativas y seminarios, cuando no sólo estuvieron ausentes de todas las discusiones que se dieron en la Junta de Carrera, y se limitaron a asistir a una única reunión para plantear la necesidad curricular de su materia, sosteniendo que para ellos es la única experiencia colectiva de la carrera1 (afirmación falsa e insultante para muchos compañeros que transitan la carrera e intentan transformarla) sino que cuando hace un año la anterior Dirección de la Carrera (Rubinich) les otorgó su materia de forma irregular, e incluso en combo con una gran cantidad de designaciones docentes que negaba a muchos compañeros de otras cátedras, no mostraban mayores preocupaciones por el “ajuste”, los criterios, la rotatividad o el presupuesto. Mucho menos levantaban en ese momento la consigna de “materia aprobada, materia presentada” (¿para qué el esfuerzo si ellos ya estaban presentados y aprobados?) … ¿¿¿serán los compañeros marxistas tendencia Groucho, que acomodan los principios a las posibilidades de hacer entrar el seminario propio???

¿Cómo es posible que la existencia o no de un ajuste se defina en función de si la materia propia es elegida o no? Así fue que no hubo ajuste el año pasado, cuando las materias propuestas que no se aprobaron eran otras, y la propia integraba la oferta. ¿No te preguntaste por qué ni si quiera mencionan a las otras materias que son tratadas; o por qué no convocaron a participar en esta discusión sino hasta que se enteraron que en la comisión de enseñanza se priorizo que se dicten otras propuestas académicas en el 2011; o por qué recién ahora intervienen públicamente en los debates de la carrera? El tono escandaloso y la virulencia de su “denuncia” resulta, sobre este trasfondo, al menos sospechoso…

Para que las cosas queden claras: lo que nos parece problemático no es el hecho de defender públicamente un proyecto académico o un equipo de cátedra, ni mucho menos la presencia de distintos compañeros en la de junta de sociología (presencia que obviamente enriquece la discusión) sino una intervención movida simplemente por el interés corporativo particular (“mi cátedra, mi materia”), que hecha mano a cuanto recurso retórico disponible se haya acumulado en la discusión política y luchas del movimiento estudiantil, para hacerse pasar por el interés de la carrera toda2.

SEPARANDO LA PAJA DEL TRIGO

Pero sobre todo, lo que lamentamos profundamente es como se tergiversa la información con el sólo objetivo de construir una realidad que fortalezca la posición propia.

Mencionan así en su “denuncia” una discusión, supuestamente solo entre profesores para definir el reglamento de Horas de investigación, presentando a los consejeros estudiantiles como figuras ausentes en una discusión fundamental. “Omisión” que es aún más grosera teniendo en cuenta que el apartado del que se habla fue incorporado por la consejera estudiantil por SPQ?/El Viejo Topo Poder Estudiantil.

Hablan luego de recorte, cuando en los hechos la cantidad de módulos/materias a dictar el año próximo es la misma que la que hubo este año, lo que si con algunos cambios de contenido, cuando el problema que si enfrentamos es que este año no se abrieron nuevos espacios para la oferta de 2011. Se recurre también al problema presupuestario sin más explicación, en un intento por apelar a la sensibilidad de todos aquellos que luchamos en defensa de la educación pública y enfrentamos a la extorsión a la que se nos somete mediante el ahogo presupuestario. Sin embargo nada se dice de que hoy en día no se asigna presupuesto para las optativas (es decir no hay una cantidad de vil metal X a la que la oferta tenga que adecuarse), y aquellos problemas presupuestarios que efectivamente se relacionan con las materias optativas y seminarios brillan por su ausencia en las preocupadas declaraciones que hoy circulan: que todos los docentes son designados como ad honorem, es decir que no perciben salario por su trabajo; y que la falta de espacio de cursada es institucionalizada al mismo tiempo que esquivada como un obstáculo, por medio de mandar la materias a la oferta de verano, que obviamente no se encuentra condicionada por la escasez de aulas durante los cuatrimestres, resultado de la crisis edilicia que padece sociales. Una vez más esto muestra como desde algunos espacios se mezcla todo con todo con tal de fortalecer sus propios objetivos. El tema es que en este caso la problemática que enfrentamos es otra.

Hablan de que hay materias “intocables” a las que no aplica el criterio de rotatividad, pero olvidan causalmente mencionar que estas materias no están sujetas a discusión no por capricho sino por considerarse derechos laborales adquiridos por docentes con años de dictado de curso, y que lo que se estableció actualmente como rotatividad es simplemente la necesidad de rediscusión año a año de las materias a ser incorporadas a la oferta.

Nos acusan particularmente de “recortar” en base a criterios que permanentemente cuestionamos en nuestra participación como consejeros de la Junta de Carrera de Sociología y de la Junta de Carrera de Ciencia Política como por ejemplo, el mero Curriculum Vitae del titular propuesto.

Y lo que es peor nos acusan de hacer esto a puertas cerradas, cuando fue la consejera del Viejo Topo Poder Estudiantil quien propuso reiteradas veces que se abra un espacio interclaustros para discutir la oferta. Lucha que tuvimos que dar en soledad, con una iniciativa que no fue una acompañada por otros sectores (ya sea por desacuerdo o por omisión)

Al mismo tiempo nos acusan de haber defendido una “materia de la centro-derecha de la carrera”. Caramba! El marxómetro nos ha dado bajo nivel de izquierdismo en sangre. Somos culpables, confesamos que no pretendemos discriminar una materia por la filiación política de su titular (modus operandi de la Dirección de Ciencia Política que enfrentamos año a año). No entendemos que la política universitaria deba ejercerse para llevar agua al propio molino; por encima de estas mezquindades creemos que debe regir un criterio de pertinencia académico-política, garantizando pluralidad ideológica en la carrera. Así, por poner dos ejemplos, hemos defendido los cargos docente de Ernesto Funes y de Pablo Nocera, de muy diferentes orientaciones políticas, quienes consideramos que son muy buenos docentes, independientemente de que con uno compartamos muchísimo más que con el otro.

EL PROBLEMA DE LA CONSIGNA “MATERIA PRESENTADA, MATERIA APROBADA”.

Entre todas sus tergiversaciones se habla de un acuerdo de toda la Junta de Carrera a favor el “ajuste”. Realmente es gracioso pensar que se pudo llegar a un acuerdo de consenso entre los tres espacios políticos profundamente disímiles que componen la carrera para hacer un “recorte” de la misma; cómo también es ingenuo pensar que hay un único criterio para seleccionar las materias optativas. Cada una de las agrupaciones que participamos en estas instancias tenemos diversos criterios, es así que incluso al interior de La Comuna hay diferencias y mientras los consejeros de la UJS-PO y de IS plantean el criterio de “materia presentada materia aprobada” los compañeros de El Viejo Topo Poder Estudiantil y de En Clave Roja-PTS defendemos el criterio de la pertinencia de la propuesta para nuestra formación.

Lo problemático respecto a consigna de “materia presentada materia aprobada”, que también esgrimen para esta coyuntura particular los compañeros del colectivo impulsor de “Derribando Muros”, es que subyace la idea de que no es deseable decidir sobre qué materias queremos para la carrera de Sociología, con el argumento “democrático” por delante y el formalismo de qué cantidad es calidad, el problema es que de este modo se abandona la disputa por el tipo de formación que queremos, es decir, sobre qué sociólogos y para qué sociedad.

Es evidente que este criterio tan amplio consiste en aprobar todo aquello que se formule como materia, sin importar su contenido político-académico3, sin considerar qué aporta a nuestra formación ni desde que perspectiva lo hace. Sin ninguna consideración política y académica sobre quiénes son los que estarán a cargo del curso. De este modo, se pretende solucionar el tema de las optativas a través de una verdadera “mano invisible”: la ley del mercado, se propone aprobar una oferta ilimitada a ser regulada ex post por la demanda agregada de los estudiantes en tanto individuos aislados.

Por el contrario desde El Viejo Topo Poder Estudiantil creemos que debe regir un criterio de pertinencia académico-política, garantizando pluralidad ideológica en la carrera, más allá de cualquier techo reglamentario, como el cupo o el límite de módulos.

Sabemos desde SPQ? El Viejo Topo Poder Estudiantil que ningún tipo de transformación relevante en nuestras carreras será posible si no superamos de manera colectiva y democrática la institucionalidad burocrática, enclaustrada y antidemocrática a la que estamos sujetos. Hace más de 15 años decidimos apostar por este proyecto, fuimos parte de la elección directa y el proceso de Democratización en Sociología, damos cotidianamente la pelea por construir entre todos un movimiento estudiantil que defienda la educación pública y busque transformar radicalmente la universidad, y también trabajamos permanente y minuciosamente sobre cada discusión y resolución que se toma en la Junta de Carrera (sin importar si éramos o no consejeros) entendiendo que teníamos la posibilidad de bloquear las medidas más regresivas e impulsar discusiones necesarias, a sabiendas de que el conocimiento sólo puede ser crítico o cómplice.

En este camino hemos tenido avances y retrocesos, aciertos y desaciertos, se nos ha criticado y se nos critica. Sabemos que podemos equivocarnos, y siempre estaremos dispuestos a debatir el mejor camino para subvertir la universidad actual. Lo que no estamos dispuestos a tolerar es la denuncia infundada y el ejercicio de la crítica para la conveniencia privada.

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1 Lo que causa más gracia no es tanto la mirada que tienen de los otros, sino y sobre todo, la mirada que tienen de ellos mismos. Ya que tal materia vendría a redimir a los estudiantes de una sociología sin sentido, y como si su única materia optativa pudiera solucionar los problemas generales del plan de estudios obligatorio reside entre otras cosas en la desvinculación entre la metodología, la epistemología y la práctica de investigación.

2 Se parece mucho a lo que plantea Marx sobre la ideología como la operación que consiste en hacer pasar el interés de una clase por el interés de todas, para hacerlas participar de forma subordinada en una disputa que no les es propia.

3 Para poner un caso extremo: el día de mañana alguien podría presentar una materia que vincule la inmigración desde países limítrofes para explicar el fenómeno de la desocupación en nuestro país, lo que sería claramente una materia xenófoba, que no querríamos que integre la oferta de materias de la carrera