lunes, 25 de octubre de 2010

De la discusión sobre la oferta de optativas 2011 para Sociología y sus muros.

Me contaron que en el reino del revés…

Esta última semana se corrieron ciertos rumores sobre a cómo se llevó a cabo la discusión en la comisión de enseñanza de la oferta de materias del 2011. Algunas declaraciones nos interpelan directamente ya que somos nosotros quienes participamos de todas las instancias de la carrera (como desde hace 15 años); y así compañeros que no participaron de estas instancias, hacen denuncias absurdas y profundamente distorsionadas sobre lo sucedido. Vamos por partes entonces, diría Jack el Destripador…

NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO

Lo primero que llama la atención es la súbita preocupación de los compañeros de Derribando Muros por la oferta de optativas y seminarios, cuando no sólo estuvieron ausentes de todas las discusiones que se dieron en la Junta de Carrera, y se limitaron a asistir a una única reunión para plantear la necesidad curricular de su materia, sosteniendo que para ellos es la única experiencia colectiva de la carrera1 (afirmación falsa e insultante para muchos compañeros que transitan la carrera e intentan transformarla) sino que cuando hace un año la anterior Dirección de la Carrera (Rubinich) les otorgó su materia de forma irregular, e incluso en combo con una gran cantidad de designaciones docentes que negaba a muchos compañeros de otras cátedras, no mostraban mayores preocupaciones por el “ajuste”, los criterios, la rotatividad o el presupuesto. Mucho menos levantaban en ese momento la consigna de “materia aprobada, materia presentada” (¿para qué el esfuerzo si ellos ya estaban presentados y aprobados?) … ¿¿¿serán los compañeros marxistas tendencia Groucho, que acomodan los principios a las posibilidades de hacer entrar el seminario propio???

¿Cómo es posible que la existencia o no de un ajuste se defina en función de si la materia propia es elegida o no? Así fue que no hubo ajuste el año pasado, cuando las materias propuestas que no se aprobaron eran otras, y la propia integraba la oferta. ¿No te preguntaste por qué ni si quiera mencionan a las otras materias que son tratadas; o por qué no convocaron a participar en esta discusión sino hasta que se enteraron que en la comisión de enseñanza se priorizo que se dicten otras propuestas académicas en el 2011; o por qué recién ahora intervienen públicamente en los debates de la carrera? El tono escandaloso y la virulencia de su “denuncia” resulta, sobre este trasfondo, al menos sospechoso…

Para que las cosas queden claras: lo que nos parece problemático no es el hecho de defender públicamente un proyecto académico o un equipo de cátedra, ni mucho menos la presencia de distintos compañeros en la de junta de sociología (presencia que obviamente enriquece la discusión) sino una intervención movida simplemente por el interés corporativo particular (“mi cátedra, mi materia”), que hecha mano a cuanto recurso retórico disponible se haya acumulado en la discusión política y luchas del movimiento estudiantil, para hacerse pasar por el interés de la carrera toda2.

SEPARANDO LA PAJA DEL TRIGO

Pero sobre todo, lo que lamentamos profundamente es como se tergiversa la información con el sólo objetivo de construir una realidad que fortalezca la posición propia.

Mencionan así en su “denuncia” una discusión, supuestamente solo entre profesores para definir el reglamento de Horas de investigación, presentando a los consejeros estudiantiles como figuras ausentes en una discusión fundamental. “Omisión” que es aún más grosera teniendo en cuenta que el apartado del que se habla fue incorporado por la consejera estudiantil por SPQ?/El Viejo Topo Poder Estudiantil.

Hablan luego de recorte, cuando en los hechos la cantidad de módulos/materias a dictar el año próximo es la misma que la que hubo este año, lo que si con algunos cambios de contenido, cuando el problema que si enfrentamos es que este año no se abrieron nuevos espacios para la oferta de 2011. Se recurre también al problema presupuestario sin más explicación, en un intento por apelar a la sensibilidad de todos aquellos que luchamos en defensa de la educación pública y enfrentamos a la extorsión a la que se nos somete mediante el ahogo presupuestario. Sin embargo nada se dice de que hoy en día no se asigna presupuesto para las optativas (es decir no hay una cantidad de vil metal X a la que la oferta tenga que adecuarse), y aquellos problemas presupuestarios que efectivamente se relacionan con las materias optativas y seminarios brillan por su ausencia en las preocupadas declaraciones que hoy circulan: que todos los docentes son designados como ad honorem, es decir que no perciben salario por su trabajo; y que la falta de espacio de cursada es institucionalizada al mismo tiempo que esquivada como un obstáculo, por medio de mandar la materias a la oferta de verano, que obviamente no se encuentra condicionada por la escasez de aulas durante los cuatrimestres, resultado de la crisis edilicia que padece sociales. Una vez más esto muestra como desde algunos espacios se mezcla todo con todo con tal de fortalecer sus propios objetivos. El tema es que en este caso la problemática que enfrentamos es otra.

Hablan de que hay materias “intocables” a las que no aplica el criterio de rotatividad, pero olvidan causalmente mencionar que estas materias no están sujetas a discusión no por capricho sino por considerarse derechos laborales adquiridos por docentes con años de dictado de curso, y que lo que se estableció actualmente como rotatividad es simplemente la necesidad de rediscusión año a año de las materias a ser incorporadas a la oferta.

Nos acusan particularmente de “recortar” en base a criterios que permanentemente cuestionamos en nuestra participación como consejeros de la Junta de Carrera de Sociología y de la Junta de Carrera de Ciencia Política como por ejemplo, el mero Curriculum Vitae del titular propuesto.

Y lo que es peor nos acusan de hacer esto a puertas cerradas, cuando fue la consejera del Viejo Topo Poder Estudiantil quien propuso reiteradas veces que se abra un espacio interclaustros para discutir la oferta. Lucha que tuvimos que dar en soledad, con una iniciativa que no fue una acompañada por otros sectores (ya sea por desacuerdo o por omisión)

Al mismo tiempo nos acusan de haber defendido una “materia de la centro-derecha de la carrera”. Caramba! El marxómetro nos ha dado bajo nivel de izquierdismo en sangre. Somos culpables, confesamos que no pretendemos discriminar una materia por la filiación política de su titular (modus operandi de la Dirección de Ciencia Política que enfrentamos año a año). No entendemos que la política universitaria deba ejercerse para llevar agua al propio molino; por encima de estas mezquindades creemos que debe regir un criterio de pertinencia académico-política, garantizando pluralidad ideológica en la carrera. Así, por poner dos ejemplos, hemos defendido los cargos docente de Ernesto Funes y de Pablo Nocera, de muy diferentes orientaciones políticas, quienes consideramos que son muy buenos docentes, independientemente de que con uno compartamos muchísimo más que con el otro.

EL PROBLEMA DE LA CONSIGNA “MATERIA PRESENTADA, MATERIA APROBADA”.

Entre todas sus tergiversaciones se habla de un acuerdo de toda la Junta de Carrera a favor el “ajuste”. Realmente es gracioso pensar que se pudo llegar a un acuerdo de consenso entre los tres espacios políticos profundamente disímiles que componen la carrera para hacer un “recorte” de la misma; cómo también es ingenuo pensar que hay un único criterio para seleccionar las materias optativas. Cada una de las agrupaciones que participamos en estas instancias tenemos diversos criterios, es así que incluso al interior de La Comuna hay diferencias y mientras los consejeros de la UJS-PO y de IS plantean el criterio de “materia presentada materia aprobada” los compañeros de El Viejo Topo Poder Estudiantil y de En Clave Roja-PTS defendemos el criterio de la pertinencia de la propuesta para nuestra formación.

Lo problemático respecto a consigna de “materia presentada materia aprobada”, que también esgrimen para esta coyuntura particular los compañeros del colectivo impulsor de “Derribando Muros”, es que subyace la idea de que no es deseable decidir sobre qué materias queremos para la carrera de Sociología, con el argumento “democrático” por delante y el formalismo de qué cantidad es calidad, el problema es que de este modo se abandona la disputa por el tipo de formación que queremos, es decir, sobre qué sociólogos y para qué sociedad.

Es evidente que este criterio tan amplio consiste en aprobar todo aquello que se formule como materia, sin importar su contenido político-académico3, sin considerar qué aporta a nuestra formación ni desde que perspectiva lo hace. Sin ninguna consideración política y académica sobre quiénes son los que estarán a cargo del curso. De este modo, se pretende solucionar el tema de las optativas a través de una verdadera “mano invisible”: la ley del mercado, se propone aprobar una oferta ilimitada a ser regulada ex post por la demanda agregada de los estudiantes en tanto individuos aislados.

Por el contrario desde El Viejo Topo Poder Estudiantil creemos que debe regir un criterio de pertinencia académico-política, garantizando pluralidad ideológica en la carrera, más allá de cualquier techo reglamentario, como el cupo o el límite de módulos.

Sabemos desde SPQ? El Viejo Topo Poder Estudiantil que ningún tipo de transformación relevante en nuestras carreras será posible si no superamos de manera colectiva y democrática la institucionalidad burocrática, enclaustrada y antidemocrática a la que estamos sujetos. Hace más de 15 años decidimos apostar por este proyecto, fuimos parte de la elección directa y el proceso de Democratización en Sociología, damos cotidianamente la pelea por construir entre todos un movimiento estudiantil que defienda la educación pública y busque transformar radicalmente la universidad, y también trabajamos permanente y minuciosamente sobre cada discusión y resolución que se toma en la Junta de Carrera (sin importar si éramos o no consejeros) entendiendo que teníamos la posibilidad de bloquear las medidas más regresivas e impulsar discusiones necesarias, a sabiendas de que el conocimiento sólo puede ser crítico o cómplice.

En este camino hemos tenido avances y retrocesos, aciertos y desaciertos, se nos ha criticado y se nos critica. Sabemos que podemos equivocarnos, y siempre estaremos dispuestos a debatir el mejor camino para subvertir la universidad actual. Lo que no estamos dispuestos a tolerar es la denuncia infundada y el ejercicio de la crítica para la conveniencia privada.

_____________________________

1 Lo que causa más gracia no es tanto la mirada que tienen de los otros, sino y sobre todo, la mirada que tienen de ellos mismos. Ya que tal materia vendría a redimir a los estudiantes de una sociología sin sentido, y como si su única materia optativa pudiera solucionar los problemas generales del plan de estudios obligatorio reside entre otras cosas en la desvinculación entre la metodología, la epistemología y la práctica de investigación.

2 Se parece mucho a lo que plantea Marx sobre la ideología como la operación que consiste en hacer pasar el interés de una clase por el interés de todas, para hacerlas participar de forma subordinada en una disputa que no les es propia.

3 Para poner un caso extremo: el día de mañana alguien podría presentar una materia que vincule la inmigración desde países limítrofes para explicar el fenómeno de la desocupación en nuestro país, lo que sería claramente una materia xenófoba, que no querríamos que integre la oferta de materias de la carrera